02 de abril de 1819: Batalla de las Queseras del Medio
El 2 de abril de 1819, con 154 llaneros Páez atraviesa el Arauca en busca de las tropas enemigas, y dejándose perseguir un trecho, como quien huye, se devuelve presuroso al grito de «¡vuelvan caras!», y aprovecha el desconcierto de los realistas para penetrar en sus filas y derrotarlas.
Las Queseras del Medio, que así se llamó esta acción por el sitio que sirvió de escenario, dieron al caudillo llanero una victoria inenarrable y le merecieron del Libertador el título de “la mejor lanza del mundo”
Las Queseras del Medio, que así se llamó esta acción por el sitio que sirvió de escenario, dieron al caudillo llanero una victoria inenarrable y le merecieron del Libertador el título de “la mejor lanza del mundo”
05 de abril de 1941: Venezuela pierde de nuevo territorio con Colombia
El 5 de abril de 1941 Venezuela y Colombia firman en Cúcuta el Tratado sobre demarcación de fronteras y navegación de los ríos comunes, por el cual nuestro país perdió una considerable porción de su territorio.
Documento tan grave, de tanta entidad, según el cual Venezuela cedía a Colombia más de 108.000 km2, no debió firmarlo López Contreras, no sólo por antipatriótico, sino porque comprometía al gobierno siguiente, cuando estaba exactamente a 30 días de entregar el poder a su sucesor, Isaías Medina Angarita.
¿En qué se basó López Contreras? En el hecho cierto de que sus Cívicas Bolivarianas tenían mayoría en el Congreso, y terminarían aprobando el Tratado. Y así fue. El 6 de junio de ese mismo año 1941 empezó la discusión en la Cámara de Diputados. En el Senado se aprobó sin discusión, pero en Diputados sí hubo acaloradas intervenciones de opositores como Rafael Caldera, Pedro José Lara Peña, Navas Spínola, Andrés Eloy Blanco, y otros, que calificaron el Tratado de lesivo para la integridad territorial de Venezuela.
Andrés Eloy Blanco, con palabra profundamente nacionalista, empezó por señalar que en cien años Venezuela ha perdido «la quinta parte de su territorio sin disparar un solo tiro». Y agregaba: «Este Tratado, si es leído por nosotros, debe ser leído también por el pueblo de Venezuela. Mi opinión es que este mapa no sólo debe venir aquí, sino que debe publicarse para que el pueblo de Venezuela sepa dónde empieza el río de la «Duda» y en dónde termina el río de sus dudas».
Tampoco estuvieron de acuerdo los diputados Rafael Caldera y Pedro José Lara Peña, quienes exigieron que la política diplomática de la Nación debía hacerse del conocimiento del pueblo. Ambos salvaron su voto, fundamentado junto con Navas Spínola. Igual actitud tomaron Andrés Eloy Blanco, Eloy Suárez Flamerich y Ricardo Hernández Rovati.
Por el lado de los que apoyaban la firma, el que hizo la más sesuda y larga exposición, desde el punto de vista jurídico, fue el Dr. E Angulo Ariza.
Como era de esperarse, por la mayoría lopecista, de la cual no se había desembarazado el nuevo Presidente Medina Angarita, el Tratado de límites fue aprobado por el Congreso el 18 de junio de 1941. Medina Angarita lo ratificó el 21 de agosto.
Sin esperar la ratificación del Tratado, el mismo día 5 de abril se encontraron en el Puente Internacional (entre San Antonio del Táchira y Cúcuta) los Presidentes Eduardo Santos, de Colombia, y Eleazar López Contreras, de Venezuela.
Ambos Mandatarios se hicieron acompañar de una nutrida comitiva. El Presidente venezolano llevaba al Canciller Esteban Gil Borges, al Ministro de Educación, Arturo Uslar Pietri y a otros Ministros que con su presencia estaban avalando el despojo que se hacía al país
Documento tan grave, de tanta entidad, según el cual Venezuela cedía a Colombia más de 108.000 km2, no debió firmarlo López Contreras, no sólo por antipatriótico, sino porque comprometía al gobierno siguiente, cuando estaba exactamente a 30 días de entregar el poder a su sucesor, Isaías Medina Angarita.
¿En qué se basó López Contreras? En el hecho cierto de que sus Cívicas Bolivarianas tenían mayoría en el Congreso, y terminarían aprobando el Tratado. Y así fue. El 6 de junio de ese mismo año 1941 empezó la discusión en la Cámara de Diputados. En el Senado se aprobó sin discusión, pero en Diputados sí hubo acaloradas intervenciones de opositores como Rafael Caldera, Pedro José Lara Peña, Navas Spínola, Andrés Eloy Blanco, y otros, que calificaron el Tratado de lesivo para la integridad territorial de Venezuela.
Andrés Eloy Blanco, con palabra profundamente nacionalista, empezó por señalar que en cien años Venezuela ha perdido «la quinta parte de su territorio sin disparar un solo tiro». Y agregaba: «Este Tratado, si es leído por nosotros, debe ser leído también por el pueblo de Venezuela. Mi opinión es que este mapa no sólo debe venir aquí, sino que debe publicarse para que el pueblo de Venezuela sepa dónde empieza el río de la «Duda» y en dónde termina el río de sus dudas».
Tampoco estuvieron de acuerdo los diputados Rafael Caldera y Pedro José Lara Peña, quienes exigieron que la política diplomática de la Nación debía hacerse del conocimiento del pueblo. Ambos salvaron su voto, fundamentado junto con Navas Spínola. Igual actitud tomaron Andrés Eloy Blanco, Eloy Suárez Flamerich y Ricardo Hernández Rovati.
Por el lado de los que apoyaban la firma, el que hizo la más sesuda y larga exposición, desde el punto de vista jurídico, fue el Dr. E Angulo Ariza.
Como era de esperarse, por la mayoría lopecista, de la cual no se había desembarazado el nuevo Presidente Medina Angarita, el Tratado de límites fue aprobado por el Congreso el 18 de junio de 1941. Medina Angarita lo ratificó el 21 de agosto.
Sin esperar la ratificación del Tratado, el mismo día 5 de abril se encontraron en el Puente Internacional (entre San Antonio del Táchira y Cúcuta) los Presidentes Eduardo Santos, de Colombia, y Eleazar López Contreras, de Venezuela.
Ambos Mandatarios se hicieron acompañar de una nutrida comitiva. El Presidente venezolano llevaba al Canciller Esteban Gil Borges, al Ministro de Educación, Arturo Uslar Pietri y a otros Ministros que con su presencia estaban avalando el despojo que se hacía al país
05 de Abril de 1969: Muere Rómulo Gallegos
Maestro, novelista, ensayista, cuentista, dramaturgo, periodista, Nació en Caracas el 2 de agosto de 1884. Estudió en el Colegio “Sucre” y realizó estudios universitarios en Filosofía, Literatura y Matemáticas.
Más tarde, dirigió el Liceo Federal de Barcelona (Venezuela), la Escuela Normal de Caracas y el Liceo “Andrés Bello” de la capital venezolana.
Después de abandonar sus estudios de Derecho, se inicia en el periodismo y la literatura en 1909, cuando funda en unión de varios intelectuales la revista La Alborada, sus inquietudes literarias afloran incipientes. En 1913 publica su primer libro de cuentos: Los Aventureros.
En este mismo año escribe también su primera novela titulada El último solar, pero no la publica sino en 1920; cuando publicó La Trepadora (1925), el novelista de la tierra natal y el político liberal de oposición ya iban de la mano, diez años más tarde aparece con el nombre de Reinaldo Solar, título definitivo.
Es electo Senador por el Estado Apure, pero Gallegos decide no concurrir al Congreso y renuncia desde Nueva York el 24 de junio de 1931, dimitió como acto de protesta contra la dictadura del General Juan Vicente Gómez. Permaneció en España de 1932 a 1935. En este período fue publicada su obra cumbre: Doña Bárbara (1929), que es saludada con aplausos por la crítica general, es un libro que coloca como protagonista a la naturaleza misma, expresada en el indómito paisaje de los llanos venezolanos. Luego va a seguir su incansable producción: Cantaclaro (1934); Pobre Negro (1937); Sobre la misma tierra (1943); La brizna de paja en el viento (1952).
Durante la Presidencia del General López Contreras fue Ministro de Educación, en 1936. Entre 1937 y 1940 es Diputado al Congreso Nacional por el Distrito Federal. En 1941 habiendo sido electo Concejal por elección popular, ejerce la Presidencia del Ayuntamiento. Al fundarse el Partido Acción Democrática, Gallegos es elevado a la Presidencia de ese Partido hasta 1948, en que asume la Presidencia de la República tras haber ganado las elecciones por amplia mayoría. El período de Gallegos que debía durar hasta 1952, se redujo a sólo unos meses, ya que fue derrocado por un golpe militar el 24 de noviembre de 1948. Vivió en Cuba y en México hasta su regreso, en 1958.
Gallegos escribió también cuentos y dramas, e hizo cine. Fue Premio Nacional de Literatura. La Academia Venezolana de la Lengua lo eligió miembro, pero no se recibió. Murió en Caracas, el 5 de abril de 1969 pero su obra continúa siendo hoy en día, un punto de referencia sobre Venezuela y el mundo iberoamericano.
Más tarde, dirigió el Liceo Federal de Barcelona (Venezuela), la Escuela Normal de Caracas y el Liceo “Andrés Bello” de la capital venezolana.
Después de abandonar sus estudios de Derecho, se inicia en el periodismo y la literatura en 1909, cuando funda en unión de varios intelectuales la revista La Alborada, sus inquietudes literarias afloran incipientes. En 1913 publica su primer libro de cuentos: Los Aventureros.
En este mismo año escribe también su primera novela titulada El último solar, pero no la publica sino en 1920; cuando publicó La Trepadora (1925), el novelista de la tierra natal y el político liberal de oposición ya iban de la mano, diez años más tarde aparece con el nombre de Reinaldo Solar, título definitivo.
Es electo Senador por el Estado Apure, pero Gallegos decide no concurrir al Congreso y renuncia desde Nueva York el 24 de junio de 1931, dimitió como acto de protesta contra la dictadura del General Juan Vicente Gómez. Permaneció en España de 1932 a 1935. En este período fue publicada su obra cumbre: Doña Bárbara (1929), que es saludada con aplausos por la crítica general, es un libro que coloca como protagonista a la naturaleza misma, expresada en el indómito paisaje de los llanos venezolanos. Luego va a seguir su incansable producción: Cantaclaro (1934); Pobre Negro (1937); Sobre la misma tierra (1943); La brizna de paja en el viento (1952).
Durante la Presidencia del General López Contreras fue Ministro de Educación, en 1936. Entre 1937 y 1940 es Diputado al Congreso Nacional por el Distrito Federal. En 1941 habiendo sido electo Concejal por elección popular, ejerce la Presidencia del Ayuntamiento. Al fundarse el Partido Acción Democrática, Gallegos es elevado a la Presidencia de ese Partido hasta 1948, en que asume la Presidencia de la República tras haber ganado las elecciones por amplia mayoría. El período de Gallegos que debía durar hasta 1952, se redujo a sólo unos meses, ya que fue derrocado por un golpe militar el 24 de noviembre de 1948. Vivió en Cuba y en México hasta su regreso, en 1958.
Gallegos escribió también cuentos y dramas, e hizo cine. Fue Premio Nacional de Literatura. La Academia Venezolana de la Lengua lo eligió miembro, pero no se recibió. Murió en Caracas, el 5 de abril de 1969 pero su obra continúa siendo hoy en día, un punto de referencia sobre Venezuela y el mundo iberoamericano.
07 de Abril de 1822: La Batalla de Bomboná
El Libertador, que en esos días se ocupaba de reducir a los tercos pastusos, actual Departamento Nariño, Colombia, libra el 7 de abril de 1822 la sangrienta Batalla de Bomboná, donde todo fue heroísmo. La acción se inició a las 3 de la tarde. Los realistas, al sentirse derrotados, aprovecharon la oscuridad de la noche para escapar.
Con esta importante victoria, Bolívar impidió que las bien provistas tropas de Basilio García fueran a auxiliar a las que se oponían al General Sucre en su carrera hacia Quito.
… Y Bolívar, no obstante el vindicativo resentimiento que tenía con esta ciudad, que se opuso, como la que más, a la causa republicana, le decía al General Santander, desde Cali, el 7 de enero de 1822, tres meses antes de la batalla de Bomboná, haciendo justo reconocimiento de la calidad de los adversarios con quienes iría a enfrentarse:
“Veo claramente que vamos a luchar contra lo imposible…”
Y poco después de esa memorable Batalla, la más sangrienta quizá de la epopeya libertadora de América, el propio Bolívar le declaraba a Santander, el 9 de junio del mismo año:
“No puede usted imaginarse lo que es este país y lo que eran estos hombres: todos estamos aturdidos con ellos. Creo que si hubieran tenido jefes numantinos, Pasto habría sido otra Numancia…
Con esta importante victoria, Bolívar impidió que las bien provistas tropas de Basilio García fueran a auxiliar a las que se oponían al General Sucre en su carrera hacia Quito.
… Y Bolívar, no obstante el vindicativo resentimiento que tenía con esta ciudad, que se opuso, como la que más, a la causa republicana, le decía al General Santander, desde Cali, el 7 de enero de 1822, tres meses antes de la batalla de Bomboná, haciendo justo reconocimiento de la calidad de los adversarios con quienes iría a enfrentarse:
“Veo claramente que vamos a luchar contra lo imposible…”
Y poco después de esa memorable Batalla, la más sangrienta quizá de la epopeya libertadora de América, el propio Bolívar le declaraba a Santander, el 9 de junio del mismo año:
“No puede usted imaginarse lo que es este país y lo que eran estos hombres: todos estamos aturdidos con ellos. Creo que si hubieran tenido jefes numantinos, Pasto habría sido otra Numancia…
09 de Abril de 1928: La Convención de Ocaña
El 9 de abril de 1828 se instala en la ciudad de Ocaña (Colombia) la Convención convocada por el Congreso el año anterior. Asistieron a la instalación 67 de los 107 diputados electos.
Desde el principio se distinguieron claramente dos partidos: el de santanderistas, por la federación y el de bolivarianos, por el centralismo. La Convención de Ocaña fue prácticamente nula, y se disolvió sin resultados. Bolívar siguió las incidencias de esta reunión desde Bucaramanga.
Convocada por el Congreso Nacional de Colombia, la Convención se reunió en la ciudad de Ocaña, con el propósito de reformar la constitución de Cúcuta. Las labores de la Convención estuvieron caracterizadas por el enfrentamiento político entre centralistas y federalistas. Ambos grupos querían la reforma de la constitución; pero de acuerdo con sus particulares intereses políticos. Los centralistas, bajo la orientación de Bolívar, proponían mayor centralización del poder, mayor autoridad y fuerza del gobierno. Los federalistas, bajo la dirección de Santander, planteaban establecer el sistema federal como medio de alcanzar la autonomía de los departamentos y disminuir la autoridad de El Libertador, a quien acusaban de usurpación y tiranía. Los puntos de vista de los santanderistas coincidían con los propósitos de los separatistas venezolanos, por lo cual sus defensores se unieron y formaron mayoría.
El enfrentamiento de estas tendencias inconciliables determinó el fracaso de la Convención. Los bolivarianos, sabiéndose en minoría, abandonaron la asamblea y proclamaron la dictadura de El Libertador. No existiendo constitución ni congreso, Bolívar asumió el mando supremo el 24 de junio de 1828 y gobernó por decretos hasta el mes de marzo de 1830.
Desde el principio se distinguieron claramente dos partidos: el de santanderistas, por la federación y el de bolivarianos, por el centralismo. La Convención de Ocaña fue prácticamente nula, y se disolvió sin resultados. Bolívar siguió las incidencias de esta reunión desde Bucaramanga.
Convocada por el Congreso Nacional de Colombia, la Convención se reunió en la ciudad de Ocaña, con el propósito de reformar la constitución de Cúcuta. Las labores de la Convención estuvieron caracterizadas por el enfrentamiento político entre centralistas y federalistas. Ambos grupos querían la reforma de la constitución; pero de acuerdo con sus particulares intereses políticos. Los centralistas, bajo la orientación de Bolívar, proponían mayor centralización del poder, mayor autoridad y fuerza del gobierno. Los federalistas, bajo la dirección de Santander, planteaban establecer el sistema federal como medio de alcanzar la autonomía de los departamentos y disminuir la autoridad de El Libertador, a quien acusaban de usurpación y tiranía. Los puntos de vista de los santanderistas coincidían con los propósitos de los separatistas venezolanos, por lo cual sus defensores se unieron y formaron mayoría.
El enfrentamiento de estas tendencias inconciliables determinó el fracaso de la Convención. Los bolivarianos, sabiéndose en minoría, abandonaron la asamblea y proclamaron la dictadura de El Libertador. No existiendo constitución ni congreso, Bolívar asumió el mando supremo el 24 de junio de 1828 y gobernó por decretos hasta el mes de marzo de 1830.
11 de Abril de 1817: Batalla de San Félix
En la Mesa de Chirica, el 11 de abril de 1817, el General Manuel Piar, héroe desgracido de la Independencia, libra la batalla de San Félix, obteniendo una rotunda victoria frente al General La Torre. Piar conducía 500 fusileros, 800 lanceros de a pie, 500 indios flecheros y 400 jinetes. Los españoles suman 1.600 infantes con dos piezas de artillería y 200 caballos. Enfrentadas las tropas de La Torre y Piar, luchan enfurecidamente y entre los nuestros, tanto soldados como indios se hacen dignos de la victoria.
Gracias a la batalla de San Félix los patriotas obtuvieron no sólo el rico territorio de Guayana sino el inmenso camino, tan útil como hermoso, del Orinoco. César Zumeta, al referirse a Piar y a San Félix, dice: «Formó ejército (Piar), venció por la previsión y el denuedo y fue él quien por primera vez asentó sobre fundamento indestructible la patria e hizo posible la organización de la República. Todo cuanto aconteció después data de San Félix. La campaña de Guayana fue la más trascendental y una de las más bellas de nuestro ciclo histórico».
Dice el Diario de Operaciones de Piar que el enemigo ha dejado 593 muertos y 497 prisioneros. Los patriotas dejaron en el campo treinta y un muertos y sesenta y cinco heridos.
Gracias a la batalla de San Félix los patriotas obtuvieron no sólo el rico territorio de Guayana sino el inmenso camino, tan útil como hermoso, del Orinoco. César Zumeta, al referirse a Piar y a San Félix, dice: «Formó ejército (Piar), venció por la previsión y el denuedo y fue él quien por primera vez asentó sobre fundamento indestructible la patria e hizo posible la organización de la República. Todo cuanto aconteció después data de San Félix. La campaña de Guayana fue la más trascendental y una de las más bellas de nuestro ciclo histórico».
Dice el Diario de Operaciones de Piar que el enemigo ha dejado 593 muertos y 497 prisioneros. Los patriotas dejaron en el campo treinta y un muertos y sesenta y cinco heridos.
11 de Abril de 2002: Insurrección Cívico Militar
En menos de 48 horas, Venezuela vivió la salida del presidente Hugo Chávez, la asunción del gobierno interino presidido por Pedro Carmona Estanga, la juramentación del vicepresidente Diosdado Cabello como presidente y la vuelta al poder del ex primer mandatario.
Una cronología da cuenta de la confusión que enfrentó el país.
Una cronología da cuenta de la confusión que enfrentó el país.
- 9 abril: Comienza un paro general de 24 horas convocado por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), con el respaldo de Fedecámaras (presidida por Pedro Carmona Estanga) y sectores de oposición, en apoyo al conflicto laboral en la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Es la segunda huelga general que vive el presidente Hugo Chávez en cuatro meses. A última hora del día, se decide prolongar la protesta otras 24 horas.
- 10 abril: La CTV y los empresarios acuerdan extender la huelga general por tiempo indefinido
14 de Abril: Día del Panamericano
“En todo el Continente Americano se celebra este día. El objetivo de esta fiesta es exaltar los ideales y relaciones de hermandad que deben existir entre todos los pueblos de América.
Como miembros de un mismo Continente debemos estrechar nuestras relaciones, ya que en la medida que logremos coordinar acciones y actividades en conjunto, cooperando con espíritu fraterno unos con otros, podremos superarnos y engrandecer nuestras naciones y nuestro Continente.
En Venezuela, desde los inicios de la Primera República, el ideal Panamericano estuvo siempre en el corazón de nuestros Libertadores. Ya en nuestra primera constitución se sostenía que cualquier persona nacida en el Continente Colombiano (nombre dado al Continente Americano por Miranda) podía ser gobernante de Venezuela. La fraternidad de los pueblos americanos constituía para Miranda una meta, un ideal, un destino inamovible. En 1811 el panamericanismo formaba parte del deseo general de los venezolanos, deseo cimentado en la búsqueda de la Unidad y de la Universalidad, deseo consagrado en la estrofa trina de nuestro Himno Nacional:
“Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación…
Como miembros de un mismo Continente debemos estrechar nuestras relaciones, ya que en la medida que logremos coordinar acciones y actividades en conjunto, cooperando con espíritu fraterno unos con otros, podremos superarnos y engrandecer nuestras naciones y nuestro Continente.
En Venezuela, desde los inicios de la Primera República, el ideal Panamericano estuvo siempre en el corazón de nuestros Libertadores. Ya en nuestra primera constitución se sostenía que cualquier persona nacida en el Continente Colombiano (nombre dado al Continente Americano por Miranda) podía ser gobernante de Venezuela. La fraternidad de los pueblos americanos constituía para Miranda una meta, un ideal, un destino inamovible. En 1811 el panamericanismo formaba parte del deseo general de los venezolanos, deseo cimentado en la búsqueda de la Unidad y de la Universalidad, deseo consagrado en la estrofa trina de nuestro Himno Nacional:
“Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación…
17 de Abril de 1818: Intentan asesinar al Libertador
El 17 de abril de 1818 intentan asesinar al Libertador en el sitio conocido con el nombre de Rincón de los Toros, donde había llegado antes para acampar.
En la oscuridad de la noche del día 17, entraron al campamento el Capitán Tomás Renovales y ocho soldados, quienes al verse descubiertos dispararon hacia la hamaca de Bolívar.
El propio Libertador narra así el episodio: «… Ibarra (su primer edecán) regresó en aquel momento; yo estaba sentado en mi hamaca, poniéndome las botas; Santander seguía hablando conmigo; Ibarra se acostaba, cuando una fuerte descarga nos sorprende…
El general Santander gritó en el mismo instante: «¡el enemigo! ». Los pocos que éramos nos pusimos a correr hacia el campo, abandonando nuestros caballos y cuanto había en la mata. Mi hamaca, según supe después, recibió dos o tres balazos; yo, como he dicho, estaba sentado en ella, pero no recibí herida alguna, ni tampoco Santander, Ibarra ni el general Briceño, que estaban conmigo; la oscuridad nos salvó. La partida que nos saludó con sus fuegos era española … »
Casi enseguida vino el ataque al campamento, donde 900 patriotas fueron derrotados por unos 500 realistas, gracias al factor sorpresa.
En la oscuridad de la noche del día 17, entraron al campamento el Capitán Tomás Renovales y ocho soldados, quienes al verse descubiertos dispararon hacia la hamaca de Bolívar.
El propio Libertador narra así el episodio: «… Ibarra (su primer edecán) regresó en aquel momento; yo estaba sentado en mi hamaca, poniéndome las botas; Santander seguía hablando conmigo; Ibarra se acostaba, cuando una fuerte descarga nos sorprende…
El general Santander gritó en el mismo instante: «¡el enemigo! ». Los pocos que éramos nos pusimos a correr hacia el campo, abandonando nuestros caballos y cuanto había en la mata. Mi hamaca, según supe después, recibió dos o tres balazos; yo, como he dicho, estaba sentado en ella, pero no recibí herida alguna, ni tampoco Santander, Ibarra ni el general Briceño, que estaban conmigo; la oscuridad nos salvó. La partida que nos saludó con sus fuegos era española … »
Casi enseguida vino el ataque al campamento, donde 900 patriotas fueron derrotados por unos 500 realistas, gracias al factor sorpresa.
19 de Abril de 1810: El 19 de Abril de 1810
Lo del 19 de abril de 1810 fue un golpe de Estado, pero no llegó de golpe. En la formación intelectual de los mantuanos (ricos) de Caracas estaba presente la Ilustración europea. No escapaba a ninguno de ellos el conocimiento de los orígenes y desarrollo de revoluciones tan notables como la norteamericana y la francesa. Venían, pues, nuestros patricios, alimentándose de estos movimientos independentistas, además de los que tenían muy cerca, los de Gual y España, las invasiones fallidas de Miranda, etc.
Pero la influencia más inmediata fue la invasión de España por parte de Napoleón Bonaparte. Este hecho, que causó indignación a los españoles, repercutió también entre nosotros, de manera que empezaron a hacerse diversas manifestaciones a favor del cautivo rey de España.
Fernando VII, desde su cautiverio, ordena que se formen de inmediato Juntas Populares para la defensa de la legalidad y la fidelidad ad rey. El 29 de mayo de 1808 se instala la Junta de Sevilla, y en Caracas será imitada más tarde.
El 15 de julio de 1808 llega a Caracas el francés Paul de Lamanon, con la misión de hacer reconocer como nuevo rey de España a José Bonaparte. La reacción no se hizo esperar. Los hermanos Bolívar, los Ribas, los Montilla, los Ustáriz, jóvenes entonces, organizaron una gigantesca manifestación de unas 12.000 personas que pidió la expulsión de Lamanon.
Las conspiraciones secretas continuaron hasta que llegó el 18 de abril de 1810, víspera de la revolución. Los más importantes representantes de la sociedad caraqueña estaban comprometidos con el golpe. Al mediodía del 18, el gobernador y capitán general Emparan, que estaba detrás de los hilos de la conspiración, envió a algunos de los golpistas a diversos sitios del país; entre ellos, a Bolívar lo confinó en su hacienda de Yare, en los Valles del Tuy. Por eso, cuando al día siguiente, el 19 de abril, estalla la revolución, Bolívar no se encontraba en Caracas.
Pero la influencia más inmediata fue la invasión de España por parte de Napoleón Bonaparte. Este hecho, que causó indignación a los españoles, repercutió también entre nosotros, de manera que empezaron a hacerse diversas manifestaciones a favor del cautivo rey de España.
Fernando VII, desde su cautiverio, ordena que se formen de inmediato Juntas Populares para la defensa de la legalidad y la fidelidad ad rey. El 29 de mayo de 1808 se instala la Junta de Sevilla, y en Caracas será imitada más tarde.
El 15 de julio de 1808 llega a Caracas el francés Paul de Lamanon, con la misión de hacer reconocer como nuevo rey de España a José Bonaparte. La reacción no se hizo esperar. Los hermanos Bolívar, los Ribas, los Montilla, los Ustáriz, jóvenes entonces, organizaron una gigantesca manifestación de unas 12.000 personas que pidió la expulsión de Lamanon.
Las conspiraciones secretas continuaron hasta que llegó el 18 de abril de 1810, víspera de la revolución. Los más importantes representantes de la sociedad caraqueña estaban comprometidos con el golpe. Al mediodía del 18, el gobernador y capitán general Emparan, que estaba detrás de los hilos de la conspiración, envió a algunos de los golpistas a diversos sitios del país; entre ellos, a Bolívar lo confinó en su hacienda de Yare, en los Valles del Tuy. Por eso, cuando al día siguiente, el 19 de abril, estalla la revolución, Bolívar no se encontraba en Caracas.
23 de Abril: Día del Idioma y del Libro
En Conferencia General del día 15 de noviembre de 1995, la UNESCO declaró el 23 de abril, día de San Jorge, Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor y en esta fecha se honra además la memoria de un ilustre escritor cuyo manejo creador del idioma castellano, al cual imprimía una gracia insuperable, ha sido motivo de admiración y elogio durante 4 siglos.
“Miguel de Cervantes Saavedra figura máxima de las letras españolas, nació en Alcalá de Henares en 1547 y muere en Madrid en 1616. Su vida azarosa hizo de él un paje de eclesiástico, soldado en la batalla de Lepanto (1571), donde fue herido en la mano izquierda, prisionero de los turcos en Argel, alcabalero en Andalucía, agente proveedor de la Armada Invencible, modesto protegido del conde de Lemos, que no ejerció un mecenazgo demasiado generoso con él, memorialista en perpetua espera del favor real, escritor mal comprendido de sus contemporáneos y marido desengañado e infeliz en su hogar, En su penosa existencia, Cervantes fue encarcelado varias veces: por deudas y por una oscura cuestión de homicidio. Su última página, la dedicatoria al conde de Lemos de su novela (publicada póstumamente por su viuda) Trabajos de Persiles y Sigismunda, aparece firmada en Madrid, el 19 el abril de 1616.
Cuatro días después, el 23 de abril, Cervantes moría en la capital española, miserable y abrumado por el destino. Pese a sus veleidades poéticas, Cervantes fue ante todo y sobre todo un novelista, un altísimo y genial novelista, que cultivó todos los géneros narrativas que predominaban en su época: la novela pastoril con La Galatea; la novela corta a la moda Italiana con las doce Novelas Ejemplares, donde las hay de todos los géneros: picarescas (El coloquio de los perros, Rinconete y Cortadillo y El casamiento engañoso), de costumbres ( El celoso extremeño, la gitanilla. La ilustre fregona, La fuerza de la sangre y El amante liberal), filosóficas (La española inglesa y El licenciado Vidriera) y al estilo italiano (La señora Cornelia y Las dos doncellas); y a las que habría que añadir La tía fingida, que se atribuye a Cervantes sin que hasta hoy se esté cierto de su autenticidad; y la novela de tipo bizantino, con raptos, viajes naufragios, anagnórisis y mil aventuras: Los trabajos de Persiles y Segismunda. Pero donde culmina sin duda el genio cervantino es en su inmortal creación Aventuras del ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, cuya primera parte vio la luz en Madrid, en 1605, completada, diez años después, por una segunda parte, publicada también en Madrid. El Quijote es una auténtica suma del arte novelístico del Renacimiento español, pues todas las corrientes y tendencias español, pues todas las corrientes y tendencia se dan cita en este texto de inspiración erasmista: novela de caballerías en su concepción inicial de sátira de este género, novela pastoril( pasajes de las bodas de Camacho y del pastor Crisóstomo y la hermosa Marcela), novela bizantina (pasaje del cautivo), novela italiana (pasaje del curioso impertinente), novela picaresca (pasaje del titiritero Ginés de Pasamonte y su mono amaestrado), relato paremiológico (conversaciones de Don Quijote y Sancho, con los refranes con que el escudero salpica su conversación), evocación del romancero, valoración del teatro de la época, etc. (V. Quijote [EL].) Se deben también a Cervantes un poema crítico-literario compuesto en tercetos: Viaje del Parnaso, algunos versos de circunstancias. Ocho Entremeses (La guarda cuidadosa, la cueva de Salamanca, El Juez de los divorcios, El viejo celoso, El rufián viudo, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La elección de los alcaldes de Daganzo) y varias comedias ( La gran sultana, Los baños de Argel) y tragedias ( La Numancia), que no añaden nada a su gloria.
Cervantes (Premio Miguel de) importante premio literario otorgado en Madrid desde 1976 a eminentes autores por el conjunto de su obra.”
“Miguel de Cervantes Saavedra figura máxima de las letras españolas, nació en Alcalá de Henares en 1547 y muere en Madrid en 1616. Su vida azarosa hizo de él un paje de eclesiástico, soldado en la batalla de Lepanto (1571), donde fue herido en la mano izquierda, prisionero de los turcos en Argel, alcabalero en Andalucía, agente proveedor de la Armada Invencible, modesto protegido del conde de Lemos, que no ejerció un mecenazgo demasiado generoso con él, memorialista en perpetua espera del favor real, escritor mal comprendido de sus contemporáneos y marido desengañado e infeliz en su hogar, En su penosa existencia, Cervantes fue encarcelado varias veces: por deudas y por una oscura cuestión de homicidio. Su última página, la dedicatoria al conde de Lemos de su novela (publicada póstumamente por su viuda) Trabajos de Persiles y Sigismunda, aparece firmada en Madrid, el 19 el abril de 1616.
Cuatro días después, el 23 de abril, Cervantes moría en la capital española, miserable y abrumado por el destino. Pese a sus veleidades poéticas, Cervantes fue ante todo y sobre todo un novelista, un altísimo y genial novelista, que cultivó todos los géneros narrativas que predominaban en su época: la novela pastoril con La Galatea; la novela corta a la moda Italiana con las doce Novelas Ejemplares, donde las hay de todos los géneros: picarescas (El coloquio de los perros, Rinconete y Cortadillo y El casamiento engañoso), de costumbres ( El celoso extremeño, la gitanilla. La ilustre fregona, La fuerza de la sangre y El amante liberal), filosóficas (La española inglesa y El licenciado Vidriera) y al estilo italiano (La señora Cornelia y Las dos doncellas); y a las que habría que añadir La tía fingida, que se atribuye a Cervantes sin que hasta hoy se esté cierto de su autenticidad; y la novela de tipo bizantino, con raptos, viajes naufragios, anagnórisis y mil aventuras: Los trabajos de Persiles y Segismunda. Pero donde culmina sin duda el genio cervantino es en su inmortal creación Aventuras del ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, cuya primera parte vio la luz en Madrid, en 1605, completada, diez años después, por una segunda parte, publicada también en Madrid. El Quijote es una auténtica suma del arte novelístico del Renacimiento español, pues todas las corrientes y tendencias español, pues todas las corrientes y tendencia se dan cita en este texto de inspiración erasmista: novela de caballerías en su concepción inicial de sátira de este género, novela pastoril( pasajes de las bodas de Camacho y del pastor Crisóstomo y la hermosa Marcela), novela bizantina (pasaje del cautivo), novela italiana (pasaje del curioso impertinente), novela picaresca (pasaje del titiritero Ginés de Pasamonte y su mono amaestrado), relato paremiológico (conversaciones de Don Quijote y Sancho, con los refranes con que el escudero salpica su conversación), evocación del romancero, valoración del teatro de la época, etc. (V. Quijote [EL].) Se deben también a Cervantes un poema crítico-literario compuesto en tercetos: Viaje del Parnaso, algunos versos de circunstancias. Ocho Entremeses (La guarda cuidadosa, la cueva de Salamanca, El Juez de los divorcios, El viejo celoso, El rufián viudo, El vizcaíno fingido, El retablo de las maravillas, La elección de los alcaldes de Daganzo) y varias comedias ( La gran sultana, Los baños de Argel) y tragedias ( La Numancia), que no añaden nada a su gloria.
Cervantes (Premio Miguel de) importante premio literario otorgado en Madrid desde 1976 a eminentes autores por el conjunto de su obra.”
29 de Abril de 1782: Nacimiento de Antonio Nicolás Briceño
Antonio Nicolás Briceño, abogado, coronel y prócer de la Independencia, conocido como «El Diablo» Briceño, nace en la población de Mendoza, estado Trujillo, el 29 de abril de 1782. Fue uno de los firmantes del Acta del 5 de Julio y al comenzar la guerra, el coronel Briceño actuó como hombre de confianza del generalísimo Francisco de Miranda. La Capitulación de 1812 lo lleva al destierro. Va a Curazao y de allí pasa a la Nueva Granada. En 1813 elabora un plan de acción en Cartagena que era una especie de «Proclama de guerra a muerte».
En las montañas de San Camilo fue apresado por los realistas y murió fusilado el 15 de junio de 1813, en la ciudad de Barinas. Ese mismo día Bolívar dictaba en Trujillo su famoso «Decreto de Guerra a Muerte». Su cabeza fue exhibida en el camino hacia San Cristóbal, y su mano derecha la enviaron a La Victoria.
En las montañas de San Camilo fue apresado por los realistas y murió fusilado el 15 de junio de 1813, en la ciudad de Barinas. Ese mismo día Bolívar dictaba en Trujillo su famoso «Decreto de Guerra a Muerte». Su cabeza fue exhibida en el camino hacia San Cristóbal, y su mano derecha la enviaron a La Victoria.
30 de Abril de 1826: “La Cosiata”
La Cosiata (cosa sin importancia) o revolución de los morrocoyes, fue un movimiento que estalló en Valencia el 30 de abril de 1826, acaudillado por José Antonio Páez. Originalmente no tuvo la intención de separar a Venezuela de la Gran Colombia, sino de exigir la reforma de la Constitución de Cúcuta y anunciar su rompimiento con las autoridades de Bogotá, aunque manteniéndose bajo la protección del Libertador.
Carlos Soublette afima en 1826: «El nombre de colombiano es la cosa más destituida de significación, porque nos hemos quedado tan venezolanos, granadinos y quiteños como lo éramos antes, y quizás con mayores enconos». Lo cual comprueba -afirma Vallenilla Lanz- que la Colombia de Bolívar no fue jamás una nación, sino un Estado Militar».
El Libertador, en efecto, veía esta unión como una necesidad militar. En carta a O’Leary, fechada en Guayaquil, el 13 de setiembre de 1829, dícele Bolívar; «Los hombres y las cosas gritan por la separación, porque la desazón de cada uno compone la inquietud general. Ultimamente la España misma ha dejado de amenazarnos; lo que ha confirmado más y más que la reunión no es ya necesaria, no habiendo tenido esta otro fin que la de concentracion de fuerzas contra la metrópoli»
Carlos Soublette afima en 1826: «El nombre de colombiano es la cosa más destituida de significación, porque nos hemos quedado tan venezolanos, granadinos y quiteños como lo éramos antes, y quizás con mayores enconos». Lo cual comprueba -afirma Vallenilla Lanz- que la Colombia de Bolívar no fue jamás una nación, sino un Estado Militar».
El Libertador, en efecto, veía esta unión como una necesidad militar. En carta a O’Leary, fechada en Guayaquil, el 13 de setiembre de 1829, dícele Bolívar; «Los hombres y las cosas gritan por la separación, porque la desazón de cada uno compone la inquietud general. Ultimamente la España misma ha dejado de amenazarnos; lo que ha confirmado más y más que la reunión no es ya necesaria, no habiendo tenido esta otro fin que la de concentracion de fuerzas contra la metrópoli»
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